Lisboa y alquileres a corto plazo
Gracias a la criticidad del período, muchos sectores tuvieron que reinventarse. Para no sucumbir. Y gracias a la inventiva, alentada por las ayudas gubernamentales, han sido muchas las realidades que han logrado recuperarse de los duros golpes provocados por la emergencia Covid-19. Hemos visto varias veces cómo el sector inmobiliario se vio particularmente afectado por la pandemia. Pero también cómo diversas iniciativas estatales han sido fundamentales para resurgir. Uno de los sectores estrechamente ligados al mercado del ladrillo ha sido el turismo. En algunos países siempre ha representado el llamado "motor de crecimiento". La crisis que no ha escapado a ningún tipo de economía, ni siquiera a la más fuerte, ha tenido que afrontar sin embargo una iniciativa realmente interesante desarrollada por el gobierno de Lisboa. Portugal, uno de los estados más revolucionarios de Europa, se prepara, en la ciudad antes mencionada, para ayudar a los ciudadanos en dificultades.
¿Como? Desarrollando una densa red de alquileres a corto plazo, capaz de permitir la recirculación de la economía local y nacional. Una jugada alternativa, en un período en el que prevalecen los subsidios a los ciudadanos que tienen dificultades para pagar la mensualidad. Aquí el enfoque cambia al exterior. Necesitamos dar un paso atrás y analizar la nación en su conjunto. Portugal y la ciudad de Lisboa acogen cada año a muchos estudiantes que deciden trasladarse temporalmente gracias al programa Erasmus.
Pero también para continuar la trayectoria universitaria emprendida en otros países. Para salir de la crisis generada por la emergencia pandémica, el alcalde de Lisboa ha decidido ofrecer mil euros mensuales por un período mínimo de cinco años para alquilar las propiedades a los turistas. Todo ello para poder firmar contratos de arrendamiento y permitir que se recuperen incluso las personas más afectadas por la crisis. Se trata de una especie de '' renta estable '' que garantizará a los propietarios mantenerse activos incluso en un período en el que el turismo e incluso el sector inmobiliario están prácticamente paralizados. Pero no es todo eso sin limitaciones. De hecho, el Ayuntamiento de Lisboa ha decidido insertar una cláusula, precisamente para controlar mejor esta iniciativa. El límite que se muestra es el siguiente: una vez firmado el contrato, estas viviendas se alquilarán principalmente a familias en dificultad, a alquileres que no superen un tercio de sus ingresos. Además, además del plazo de cinco años, los propietarios deberán volver a poner su apartamento en el mercado. En definitiva, aunque estas limitaciones pueden parecer bastante fuertes, ya 117 inquilinos han mostrado interés en esta primera convocatoria.
Sí, primero, precisamente porque se espera que el Ayuntamiento de Lisboa actúe nuevamente para proteger el sector turístico y especialmente el mercado inmobiliario local y nacional. No hay una visión clara de cuál será el futuro del ladrillo portugués, ni es posible predecir cuánto tiempo llevará reiniciar el sector turístico. Lo cierto es que en Realigro siempre estaremos dispuestos a informarte de todas las novedades, para mantenerte al día cada día de cómo está evolucionando todo el sistema inmobiliario.
¿Como? Desarrollando una densa red de alquileres a corto plazo, capaz de permitir la recirculación de la economía local y nacional. Una jugada alternativa, en un período en el que prevalecen los subsidios a los ciudadanos que tienen dificultades para pagar la mensualidad. Aquí el enfoque cambia al exterior. Necesitamos dar un paso atrás y analizar la nación en su conjunto. Portugal y la ciudad de Lisboa acogen cada año a muchos estudiantes que deciden trasladarse temporalmente gracias al programa Erasmus.
Pero también para continuar la trayectoria universitaria emprendida en otros países. Para salir de la crisis generada por la emergencia pandémica, el alcalde de Lisboa ha decidido ofrecer mil euros mensuales por un período mínimo de cinco años para alquilar las propiedades a los turistas. Todo ello para poder firmar contratos de arrendamiento y permitir que se recuperen incluso las personas más afectadas por la crisis. Se trata de una especie de '' renta estable '' que garantizará a los propietarios mantenerse activos incluso en un período en el que el turismo e incluso el sector inmobiliario están prácticamente paralizados. Pero no es todo eso sin limitaciones. De hecho, el Ayuntamiento de Lisboa ha decidido insertar una cláusula, precisamente para controlar mejor esta iniciativa. El límite que se muestra es el siguiente: una vez firmado el contrato, estas viviendas se alquilarán principalmente a familias en dificultad, a alquileres que no superen un tercio de sus ingresos. Además, además del plazo de cinco años, los propietarios deberán volver a poner su apartamento en el mercado. En definitiva, aunque estas limitaciones pueden parecer bastante fuertes, ya 117 inquilinos han mostrado interés en esta primera convocatoria.
Sí, primero, precisamente porque se espera que el Ayuntamiento de Lisboa actúe nuevamente para proteger el sector turístico y especialmente el mercado inmobiliario local y nacional. No hay una visión clara de cuál será el futuro del ladrillo portugués, ni es posible predecir cuánto tiempo llevará reiniciar el sector turístico. Lo cierto es que en Realigro siempre estaremos dispuestos a informarte de todas las novedades, para mantenerte al día cada día de cómo está evolucionando todo el sistema inmobiliario.