Nuevos horizontes en Dinamarca: las innovaciones inmobiliarias de Copenhague
Es bien sabido que entre los estados más ricos del mundo, sin duda destacan los del norte de Europa, extremadamente rígidos tanto en términos de clima como de organización.
Y es precisamente la fuerza inherente a la cultura de estas poblaciones la que ha aportado numerosas ventajas económicas y financieras a todos los sectores de las economías locales.
En particular, hoy hemos decidido insistir en un país que está altamente calificado por los inversores, especialmente en los últimos años. Estamos hablando de Dinamarca, un reino real caracterizado por una fuerte identidad cultural y una tradición literaria todavía viva.
¿Por qué, preguntas, elegimos Dinamarca? Según las últimas noticias, esta nación está experimentando un período bastante saludable para su mercado inmobiliario.
La demanda ha alcanzado máximos históricos y tasas tan bajas permiten a los inversores comprar una propiedad con la máxima comodidad. El segmento "futuro" de Copenhague parece identificarse en la construcción de espacios de trabajo y oficinas.
La particularidad de las nuevas estructuras que dominarán el mercado de ladrillos danés, se debe a la proximidad de las mismas a empresas y grandes infraestructuras, a costos muy bajos. No es casualidad que haya un cambio de este tipo en comparación con la media europea, donde los precios de las propiedades tienden a aumentar en las áreas más dinámicas de la metrópolis. Esta opción representa el matrimonio perfecto entre los inversionistas que desean comprar una nueva propiedad en uno de los lugares más evocadores del mundo, y los empleadores hipotéticos, que necesitan reducir los costos para poder incentivar el empleo, reduciendo considerablemente la plaga de el paro
El volumen de inversiones, que permaneció en el sector de oficinas, fue de alrededor de 2.000 millones de euros el año pasado y las transacciones para inversiones en propiedades logísticas e industriales casi se duplicaron, pasando del 4,5% al 8%. Otro elemento de importancia fundamental viene dado por las previsiones para la segunda mitad de 2019. Según los economistas expertos en el sector, de hecho, parece que durante el año habrá retornos positivos que confirmarán los que inauguraron 2019.
Incluso el sector residencial no conoce límites, considerando también el auge de los jóvenes de la generación del milenio que, cada vez más dinámicos y listos para los nuevos desarrollos ofrecidos por el mercado inmobiliario, ya no pueden optar por contratos de arrendamiento, sino firmar acuerdos de venta.
Copenhague, en primer lugar, y otras ciudades menos conocidas entonces, garantizan a Dinamarca presentarse como el líder del norte de Europa en lo que respecta al mundo inmobiliario europeo.
Por último, pero no menos importante, está la atención al aspecto verde e inteligente de las mismas casas y estructuras. En un mercado que está cada vez más orientado hacia la innovación y la flexibilidad hacia los intercambios internacionales, no puede faltar la necesidad de conciliar la modernidad con la atención al entorno circundante.
Qué decir, se espera que este auge no sea momentáneo y que muchas otras naciones vecinas puedan seguir el ejemplo de Dinamarca.
Y es precisamente la fuerza inherente a la cultura de estas poblaciones la que ha aportado numerosas ventajas económicas y financieras a todos los sectores de las economías locales.
En particular, hoy hemos decidido insistir en un país que está altamente calificado por los inversores, especialmente en los últimos años. Estamos hablando de Dinamarca, un reino real caracterizado por una fuerte identidad cultural y una tradición literaria todavía viva.
¿Por qué, preguntas, elegimos Dinamarca? Según las últimas noticias, esta nación está experimentando un período bastante saludable para su mercado inmobiliario.
La demanda ha alcanzado máximos históricos y tasas tan bajas permiten a los inversores comprar una propiedad con la máxima comodidad. El segmento "futuro" de Copenhague parece identificarse en la construcción de espacios de trabajo y oficinas.
La particularidad de las nuevas estructuras que dominarán el mercado de ladrillos danés, se debe a la proximidad de las mismas a empresas y grandes infraestructuras, a costos muy bajos. No es casualidad que haya un cambio de este tipo en comparación con la media europea, donde los precios de las propiedades tienden a aumentar en las áreas más dinámicas de la metrópolis. Esta opción representa el matrimonio perfecto entre los inversionistas que desean comprar una nueva propiedad en uno de los lugares más evocadores del mundo, y los empleadores hipotéticos, que necesitan reducir los costos para poder incentivar el empleo, reduciendo considerablemente la plaga de el paro
El volumen de inversiones, que permaneció en el sector de oficinas, fue de alrededor de 2.000 millones de euros el año pasado y las transacciones para inversiones en propiedades logísticas e industriales casi se duplicaron, pasando del 4,5% al 8%. Otro elemento de importancia fundamental viene dado por las previsiones para la segunda mitad de 2019. Según los economistas expertos en el sector, de hecho, parece que durante el año habrá retornos positivos que confirmarán los que inauguraron 2019.
Incluso el sector residencial no conoce límites, considerando también el auge de los jóvenes de la generación del milenio que, cada vez más dinámicos y listos para los nuevos desarrollos ofrecidos por el mercado inmobiliario, ya no pueden optar por contratos de arrendamiento, sino firmar acuerdos de venta.
Copenhague, en primer lugar, y otras ciudades menos conocidas entonces, garantizan a Dinamarca presentarse como el líder del norte de Europa en lo que respecta al mundo inmobiliario europeo.
Por último, pero no menos importante, está la atención al aspecto verde e inteligente de las mismas casas y estructuras. En un mercado que está cada vez más orientado hacia la innovación y la flexibilidad hacia los intercambios internacionales, no puede faltar la necesidad de conciliar la modernidad con la atención al entorno circundante.
Qué decir, se espera que este auge no sea momentáneo y que muchas otras naciones vecinas puedan seguir el ejemplo de Dinamarca.